CAPAZ, SINCERA, VALIENTE.Hasta hace muy poco, el problema del Frente Amplio parecía ser uno sólo :
“comunica mal “.
Pero el problema creció y se transformó en epidemia. Y la mala comunicación pasó a ser para el Frente lo que la droga al adicto. Aunque piense que le hace mal, la consume.
Es mala del gobierno al ciudadano, de líderes y autoridades a la base y dentro de la propia estructura. La comunicación de las bases “no sube“, hay legisladores “no disponibles“ y se instala la amansadora del “vaya y venga“ y el “suba y baje“ pero sin llegar ni ver a instituciones o representantes.
El odiado clientelismo se ha colado, pero con el signo contrario. El anti-clientelismo repele a unos de otros por si acaso las moscas, y deviene en incomunicación.
Pero después de las elecciones de mayo el enfermo se agravó casi un quince por ciento.
Entonces vino en su auxilio la ciencia.
Su cara de mujer destaca, aún sin ningún maquillaje, y la boca expresa el diagnóstico que la sabiduría de la mente dicta: El Frente Amplio padece de indiferencia y soberbia, sentencia la voz de la senadora Constanza Moreira.
Propuesta hace ya un tiempo por el líder del MPP y hoy presidente de la República,
para ocupar la presidencia del Frente amplio, su actitud del presente solo podía sorprender a los distraídos o aquellos que no conocen la historia
Pero el problema creció y se transformó en epidemia. Y la mala comunicación pasó a ser para el Frente lo que la droga al adicto. Aunque piense que le hace mal, la consume.
Es mala del gobierno al ciudadano, de líderes y autoridades a la base y dentro de la propia estructura. La comunicación de las bases “no sube“, hay legisladores “no disponibles“ y se instala la amansadora del “vaya y venga“ y el “suba y baje“ pero sin llegar ni ver a instituciones o representantes.
El odiado clientelismo se ha colado, pero con el signo contrario. El anti-clientelismo repele a unos de otros por si acaso las moscas, y deviene en incomunicación.
Pero después de las elecciones de mayo el enfermo se agravó casi un quince por ciento.
Entonces vino en su auxilio la ciencia.
Su cara de mujer destaca, aún sin ningún maquillaje, y la boca expresa el diagnóstico que la sabiduría de la mente dicta: El Frente Amplio padece de indiferencia y soberbia, sentencia la voz de la senadora Constanza Moreira.
Propuesta hace ya un tiempo por el líder del MPP y hoy presidente de la República,
para ocupar la presidencia del Frente amplio, su actitud del presente solo podía sorprender a los distraídos o aquellos que no conocen la historia
y por tanto ignoran el rol influyente cuando no protagónico de la mujer
en el devenir de los cambios de la humanidad.
Constanza Moreira emerge desde el interior de su fuerza política y expone sin temor ni dudas el diagnóstico que su inteligencia, formación profesional y honestidad le dictan luego de analizar los signos evidentes que han quedado expuestos en las elecciones
Constanza Moreira emerge desde el interior de su fuerza política y expone sin temor ni dudas el diagnóstico que su inteligencia, formación profesional y honestidad le dictan luego de analizar los signos evidentes que han quedado expuestos en las elecciones
municipales de Mayo. Y lo resume sólo en dos palabras claras, potentes, insoslayables: indiferencia y soberbia.
Así de simple, así de duro, así de realista. Así resume Moreira los pecados del Frente.
Dos cañonazos que pueden ser el principio de una revolución interior, de un impostergable debate. Su coraje les lanza un “vamos a andar” como si se tratara de una nueva “marcha del pan”, ahora partidaria y de una sola mujer oriental, que debería despertar de una vez por todas a la conciencia frenteamplista dormida en los laureles.
El Frente Amplio puede, debería salir por su bien de la vigilia y pasar al estado de alerta
con actitud, voluntad y lo que Constanza Moreira ha mostrado:
Capacidad, sinceridad y valentía.
Así de simple, así de duro, así de realista. Así resume Moreira los pecados del Frente.
Dos cañonazos que pueden ser el principio de una revolución interior, de un impostergable debate. Su coraje les lanza un “vamos a andar” como si se tratara de una nueva “marcha del pan”, ahora partidaria y de una sola mujer oriental, que debería despertar de una vez por todas a la conciencia frenteamplista dormida en los laureles.
El Frente Amplio puede, debería salir por su bien de la vigilia y pasar al estado de alerta
con actitud, voluntad y lo que Constanza Moreira ha mostrado:
Capacidad, sinceridad y valentía.
Rodolfo Piay
No hay comentarios:
Publicar un comentario