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EL OMBLIGO DEL MUNDO II

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Hace pocos días un temblor sacudió de nuevo al territorio de Haití.

Hoy asola a Chile un sismo que ya segó más de 800 vidas y causó cuantiosos daños materiales en edificios, abatió puentes y destruyó otras costosas estructuras. Con el pesar y la tristeza que esto nos produce, debemos continuar con el análisis y comentario “El ombligo del mundo”.

En n lo que respecta al tema que tratamos, los hechos luctuosos no constituyen ningún hecho que interfiera con el rumbo que lleva nuestro pensamiento. Manifestamos en la primera parte nuestra inseguridad respecto a la aceptación tanto como a la negación de la noticia circulante sobre el Haarp.

Usted encuentra , claro, que es fácil discernir a quienes se refiere el título de nuestro análisis y que ahora es más que obvio que el Haarp no tiene nada que ver.

Dígase, si quiere, que todo lo escrito ha sido obra nuestra ingenuidad o estupidez por engancharnos con el Haarp o la noticia de su existencia y que en Visiones de ojos abiertos estamos por lo menos, locos. Pero si espera que la continuación del presente comentario le despertará sonrisas, sólo necesita seguirnos la corriente.

Preferiríamos decirle que se divertirá, pero no lo creemos. Los hechos de la historia y nuestras palabras no van a generar diversión, si no su reflexión. Será luego de saber, por ejemplo, de bombardeos secretos a Cambodia entre otros actos criminales decididos por el antojo , interés y poder de un hombre. Sólo hacemos un paréntesis y en unos días retornaremos con má s hechos de la realidad pasada que hoy se conocen.

Ahora nos detenemos un instante. Queremos ver y recordar que la constitución de Estados Unidos o su espíritu, en palabras escritas por padres de la revolución como Thomas Jefferson, defiende que es derecho y obligación de los pueblos rebelarse (" vientos huracanados que limpien "), y que Estados Unidos se autodesigna " responsable " de intervenir allí donde la libertad haya sido conculcada. Pero no son los idealistas Padres de la Patria norteamericana los que juzgan desde hace mucho a discreción sobre cuando, como y donde se debe intervenir.

Así Teddy Roosvelt , a partir de auto atentados inició una guerra contra España por la isla de Cuba.Lo hizo Franklin Delano Roosvelt, luego de ocultar que el Japón Imperial les había declarado la guerra, para que de ese modo “ la infamia del ataque sorpresa ” motivara al pueblo de Estados Unidos que, pasivo, no se mostraba deseoso de participar en el conflicto mundial. Y en el presente histórico lo decidieron los Bush. Puede que los ideales , el mandato de la historia o la constitución los obliguen. Sin embargo a otros pueblos o naciones no les han pedido opinión y desoyeron a las Naciones Unidas para intervenir.

Tener el máximo poder y ser ombligo del mundo implica también una enorme responsabilidad. Y no haremos afirmaciones ofensivas contra la gran nación ni su pueblo, pero sí tenemos derecho a hacernos una pregunta.

¿De que modo es democrático y hasta moral que un presidente como Bush hijo llegue a la Casa Blanca sólo con los votos del 25 % de los habilitados para votar. ( y no hablemos del fraude en Florida conque Al Gore fue despojado del triunfoy la presidencia).

¿Con que clase de responsabilidad se comporta el pueblo de Estados Unidos?

En muchas oportunidades no han obrado a la altura de los ideales y actitudes de George Washington, Thomas Jefferson o John Adams.

En el ombligo del mundo han dejado que se junte mucha pelusa.

Ya lo veremos...